La conspiración de la Pólvora

El 5 de noviembre de cada año, en el Reino Unido, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Canadá y algunas partes de Estados Unidos se celebra la conspiración de la Pólvora, o como dicen los ingleses, la festividad de 'Guy Fawkes', un complot organizado por un grupo de católicos ingleses para matar al rey Jacobo I.


Lo que pretendían era volar (literalmente) las Casas del Parlamento durante la Apertura de Estado el 5 de noviembre de 1605. Los conspiradores habían planeado secuestrar a los infantes reales para no presentes en el Parlamento, de este modo, iniciarían una rebelión en las Midlands. Este acto era una consecuencia del descontento de los católicos ingleses hacia las severas medidas penales adoptadas contra ellos, sin embargo, este complot fue un fracaso y aunque ha habido muchos que han querido acabar con la conmemoración de este día, la festividad de 'Guy Fawkes' sigue siendo un acontecimiento, el día ha perdido   el significado patriótico y anticatólico, de forma que el Parlamento tomó la decisión de retirarlo del calendario oficial, dejando que siguiera como festejo popular. 


Con el tiempo, la imagen de Guy Fawkes sería sustituida por la de otros personajes odiados, como el líder nacionalista irlandés Charles Parnell, el Papa de Roma, el zar de Rusia, las sufragistas, Adolf Hitler y hasta Margaret Thatcher, lo que ha motivado el descrédito de la celebración, que parece haber perdido su valor histórico. Tony Blair fue el muñeco a quemar en 2004. Se ha interpretado la costumbre de quemar efigies de personajes odiados por el pueblo, como Guy Fawkes, como parte de un culto pagano que se remontaría a la antigüedad. Sea como fuera, Inglaterra sigue con su tradición introduciendo elementos relativamente nuevos como los fuegos artificiales y la costumbre entre los niños de pedir a los mayores «un penique para el muñeco» que acaban de fabricar. 



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